martes, 15 de noviembre de 2022

1.3 Definición del Concepto de Forma Lógica

Una forma lógica es una estructura ordenada constituida por partes y sus relaciones. Esta estructura ordenada subyace a nuestras proposiciones del lenguaje natural y nos señala algunas propiedades lógicas de tales proposiciones, Cuáles son las operaciones lógicas que incluyen tales proposiciones. Las partes de una forma lógica son variables proposicionales del tipo {p,q,r,s,t}  y conectivos u operadores lógicos incluidos en la siguiente serie: {―, &, v, →, ↔}.

Así la forma lógica puede verse desde dos puntos de vista:

Como la estructura ordenada subyacente a cualquier proposición del lenguaje natural, indicando sus propiedades lógicas, o bien, Como el resultado de hacer explícita las propiedades lógicas de una proposición del lenguaje natural mediante su formalización. Esto es, una forma lógica puede explicitarse al considerar el resultado de simbolizar nuestras proposiciones del lenguaje natural a partir de expresiones del lenguaje lógico disponible.


Forma del concepto

Es la figuración que posee un cuerpo en su exteriorización, así reconocemos formas rectangulares, cuadradas, redondas, rectangulares, etcétera, y distintas formas en un mismo cuerpo.

Aristóteles distinguió entre sustancias primeras, que son los individuos que componen una especie, y éstas a su vez un género. Éstas, especie y género, son las sustancias segundas con idea de universalidad. Ejemplo de sustancias primeras, serían Buenos, Aires, Lima, Montevideo, y de sustancias segundas, las ciudades, sustancias más abarcativas y universales. Las sustancias primeras están compuestas por materia y forma, por un lado y potencia y acto, por otro. Tomando el primer par de elementos, daremos un ejemplo de sustancia primera: la mesa del comedor de mi casa (una mesa concreta). En ella se reúnen una materia, la madera, y una forma que hace que eso sea una mesa y no por ejemplo, una silla. O sea, que para Aristóteles la forma es la que hace que la sustancia primera sea eso, y no otra cosa. La forma es determinante de la materia. Ésta se comporta de modo pasivo, mientras lo activo es la forma, que le imprime su especial individualidad a la materia. Ambos términos, materia y forma son inseparables, ya que no puede existir una sin la otra. La forma separada de la materia, solo existe en el pensamiento, como idea. Puede ser que existan cosas cuadradas, redondas, o rectangulares de distintas materias, pero siempre tendrán alguna. Podemos concluir que forma es la esencia de las cosas, porque hace que sean eso y no otra cosa.

Pitagoras (582 a. C-507 a. C) consideró que la forma de las cosas, que las diferenciaba de otras, era el número. Immananuel Kant (1724-1804), expresó su pensamiento de que el conocimiento se inicia en el mundo sensible, pero a esta materia hay que darle forma, para ordenar la experiencia caótica y crear el fenómeno. Las formas puras, dadas a priori a la materia son el espacio y la forma. Será la razón la que ordene la materia informe, mediante las categorías que se presenta a los sentidos. Materia y forma solo son susceptibles de dividirse, solo en forma abstracta.

Aplicaciones específicas del concepto de forma:

Se habla de forma refiriéndonos a la estructura, por ejemplo de un poema o de una obra musical, o a un género musical particular.

También se emplea el término para referirnos a un físico bien moldeado, para decir: ¡Qué buenas formas!

Otro uso del vocablo es para hablar de formas de gobierno, para indicar los distintos modos en que los estados ejercen su poder. Las formas de estado hace referencia a como organizan los estados ese poder, espacialmente.

Hemos escuchado también la expresión: “Su forma de hablar es grosera” manifestando que su modo de dirigirse hacia los demás no es el correcto según no solo la estructura del lenguaje, sino al contenido utilizado en el vocabulario.

 Forma de juicio

El juicio es la forma de pensar, mediante la cual el hombre refleja la conexión objetiva de los lados, propiedades y momentos singulares en los objetos y fenómenos. Los juicios se expresan en el lenguaje en forma de proposiciones (“La rosa es roja”). En los juicios más simples se refleja la dialéctica objetiva que es inherente a la Naturaleza. “Comenzando por lo más simple, lo más corriente, lo más popular”, &c., por una proposición CUALQUIERA: “las hojas del árbol son verdes”; “Juan es un hombre”; “Boby es un perro”; &c., hay ya en ello (como genialmente lo hizo notar Hegel) dialéctica: lo que es SINGULAR es general” (Lenin). La forma más simple de juicio es la que registra un hecho singular, por ejemplo, “el frotamiento produce calor”. El desarrollo del conocimiento conduce a un grado más alto de juicios, por ejemplo, “todo movimiento mecánico puede, con la ayuda del frotamiento, convertirse en calor”. El ulterior desarrollo de la ciencia conduce a la universalidad, al descubrimiento de la ley universal de la Naturaleza: “cualquier forma de movimiento puede y debe convertirse en cualquier otra forma de movimiento”. La existencia de diversas formas de juicio, está condicionada por el desarrollo histórico del conocimiento sobre la base de la práctica material social. Por eso, las formas de juicio no pueden ser explicadas y comprendidas como formas puras, es decir, al margen del contenido real del conocimiento, al margen de la historia de las diversas ciencias. Esto no lo puede comprender la lógica formal, que concibe el juicio como la mera forma de pensar.

 El juicio es definido por la lógica formal como la conexión de nociones o de representaciones. El criterio fundamental de la veracidad de los juicios en la lógica formal, es el principio de la incompatibilidad de los juicios contradictorios entre sí. La lógica formal enseña que de dos juicios contradictorios, siendo uno de ellos verdadero, el otro resulta forzosamente falso; con la falsedad de uno de ellos, el otro resulta verdadero. Por ejemplo, de los dos juicios: “Juan es bueno” y “Juan no es bueno”, siendo verdadero el primero, el otro debe ser forzosamente falso, y con la falsedad de uno, verdadero el otro. No obstante la evidencia aparente de esta ley, ella no sirve para determinar la veracidad o falsedad del juicio. La lógica dialéctica enseña a diferenciar estrictamente los juicios verdaderos de los juicios falsos, pero el criterio lógico-formal para tal diferenciación es absolutamente insuficiente, puesto que no se refiere al contenido del juicio. Por ejemplo, el juicio: “la materia es continua y discontinua”, según la lógica formal, debe ser reconocido como falso, pro en realidad, este juicio, como lo está probando la ciencia contemporánea, refleja con profunda justeza la esencia de la materia. El único criterio de la verdad de los juicios es su consonancia con la realidad objetiva.

Forma del Razonamiento:

El razonamiento es el proceso intelectual y lógico del pensamiento humano. El razonamiento entrega argumentos sobre las conexiones mentales incurridas que justifican un determinado pensamiento.

La palabra razonamiento viene del latín ratio que significa razón junto con el sufijo-iento que indica el resultado de algo.

En filosofía, el razonamiento está íntimamente ligado a la lógica. El razonamiento usa la lógica para crear un proceso intelectual con las premisas o datos ya conocidos y comprobados para deducir o inferir datos que no son conocidos con el fin de llegar a una conclusión. A esto se le llama razonamiento lógico.

El razonamiento por lo tanto es la inferencia o deducción de información a través de premisas para llegar a una conclusión. Existen varios tipos de razonamientos como el razonamiento deductivo y el inductivo.    


                                                                                         

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